Las facturas impagadas representan un reto financiero para las empresas, especialmente para aquellas que dependen del flujo de caja constante. Sin embargo, la legislación tributaria permite que estas deudas puedan ser deducidas en el cálculo del Impuesto a la Renta, lo que ayuda a mitigar el impacto económico. En este artículo, explicaremos los requisitos y el procedimiento para deducir facturas impagadas de manera correcta.
¿Qué es la deducción de facturas impagadas?
La deducción de facturas impagadas es un mecanismo que permite a las empresas reducir su base imponible al registrar como pérdidas aquellas cuentas por cobrar que no han sido pagadas. Esto significa que la empresa podrá pagar menos impuestos, compensando de alguna manera la pérdida sufrida.
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Requisitos para deducir facturas impagadas
Para que una empresa pueda deducir una factura impagada, debe cumplir con ciertos requisitos establecidos por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT):
a) La deuda debe estar vencida
La factura debe haber cumplido su fecha de vencimiento sin que el cliente haya realizado el pago correspondiente.
b) Evidencia de incobrabilidad
Se debe demostrar que la deuda no ha podido ser cobrada a pesar de los intentos de recuperación. Esto puede incluir:
- Comunicaciones enviadas al deudor exigiendo el pago.
- Protesto del documento en caso de ser un título valor.
- Inicio de acciones legales contra el deudor.
- Que haya transcurrido un periodo de 12 meses desde el vencimiento sin que la deuda haya sido cancelada.
c) Registro contable
Es obligatorio que la empresa haya registrado la provisión por cuentas incobrables en el Libro de Inventarios y Balances al cierre del ejercicio fiscal.

Procedimiento para deducir de facturas impagadas
Para que la deducción sea válida ante la SUNAT, la empresa debe seguir estos pasos:
- Identificación de facturas impagadas: Revisar las cuentas por cobrar y determinar cuáles han superado el tiempo límite sin pago.
- Evidencia de gestión de cobranza: Documentar los esfuerzos realizados para recuperar la deuda, como cartas de cobranza, demandas o protestos.
- Registro de la pérdida: Contabilizar la deuda incobrable en los estados financieros de la empresa.
- Declaración del Impuesto a la Renta: Incluir la pérdida como gasto deducible en la declaración anual de impuestos.
Beneficios de deducir facturas impagadas
Deducir facturas impagadas trae varios beneficios para la empresa:
- Reducción de la carga tributaria: Al disminuir la base imponible, se paga menos Impuesto a la Renta.
- Mejor control financiero: Permite mantener un registro más claro y preciso de las cuentas por cobrar.
- Alivio contable: Reduce el impacto negativo de los impagos en la salud financiera de la empresa.

Consideraciones finales
Es fundamental que las empresas lleven un adecuado control de sus cuentas por cobrar y cumplan con los requisitos exigidos por la SUNAT para poder deducir facturas impagadas de manera efectiva. Además, contar con asesores financieros y contables puede ayudar a optimizar este proceso y asegurar su cumplimiento según la normativa vigente.
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Preguntas frecuentes
¿Cuándo se considera que una factura es incobrable?
Cuando ha vencido su plazo de pago, han pasado 12 meses sin ser cancelada o existen pruebas de que el deudor no tiene capacidad de pago.
¿Es obligatorio iniciar acciones legales para deducir una factura impagada?
No es obligatorio, pero puede ser un respaldo adicional para demostrar la incobrabilidad de la deuda.
¿Cuánto tiempo tengo para deducir una factura impagada?
Debe realizarse en el mismo ejercicio fiscal en que se determina la incobrabilidad de la deuda.
Deducir facturas impagadas es una estrategia que no solo permite reducir la carga fiscal, sino que también ayuda a las empresas a gestionar mejor sus finanzas en caso de incumplimientos de pago. Aplicando correctamente este mecanismo, se puede minimizar el impacto negativo de los impagos en la estabilidad económica del negocio